martes, 29 de octubre de 2013

SECUENCIA II

                   
RONDA II



                                                                               Paloma Corrales



hacia dónde ha partido el animal,
hacia dónde sus huellas,
hacia dónde la furia,
la clandestina furia que ya no tienes,
hacia dónde las alas
cuando nadie te mira
y los pies invisibles
como los sumergidos en el lodo,

hacia dónde la fe de que este es el hilo,
el último hilo,
junto al último árbol,
porque dejaste atrás todas las mutilaciones,

hacia dónde la niña
que no crece y se queda en los escombros,

hacia dónde los cuentos,
los días de bordados con agua
y flores entreabiertas,

hacia dónde caemos, hacia dónde,

en el derrumbe,
linarias de abril para este insomnio.



NOTA: para leer la entrada anterior de M. Benegas y P. Corrales: AQUÍ



                                                    Julio Obeso


Estilizar el poema, retirar el pan a la palabra, el agua a
cualquier calificativo, hasta rendir la voluntad de la luz
que se desploma y confiesa, de puño y ventana, ser
de ella la húmeda navaja, la huella, cada uno de los
cabellos en la sombra violada.



NOTA: para leer al completo "sucesivo lugar": AQUÍ


jueves, 24 de octubre de 2013

SECUENCIA II



 RONDA II



Mar Benegas



el cálamo abierto, tinta blanca que se encrespa
hablas de un hombre pobre que sorbía semillas
se bebía la claridad como un señuelo blanco
hablas de un hombre pobre que se cae hacia abajo
que es una simiente y un tallo que puja
resquebrajando la sequedad del estío
partiendo los terrones, abriéndose, con un impulso acuoso
hablas de un hombre pobre
y parece enterrado pero está más vivo que nosotros
y un color naranja lo cubre todo, ciego y naranja
como el sol de mediodía
hablas de un hombre pobre, pero no se llama a la estación
no puedes llamarla, y el hombre pobre florece
reventando ante nuestros ojos, y queremos nombrarlo
pero solo suena, la palabra primavera






















Foto: Pierre Pellegrini


NOTA: para leer la entrada anterior de M. A. Curiel y M. BenegasAQUÍ




 Paloma Corrales


hacia dónde ha partido el animal,
hacia dónde sus huellas,
hacia dónde la furia,
la clandestina furia que ya no tienes,
hacia dónde las alas
cuando nadie te mira
y los pies invisibles
como los sumergidos en el lodo,

hacia dónde la fe de que este es el hilo,
el último hilo,
junto al último árbol,
porque dejaste atrás todas las mutilaciones,

hacia dónde la niña
que no crece y se queda en los escombros,

hacia dónde los cuentos,
los días de bordados con agua
y flores entreabiertas,

hacia dónde caemos, hacia dónde,

en el derrumbe,
linarias de abril para este insomnio.



                            








Foto: Masao Yamamoto


NOTA: para leer al completo "sucesivo lugar": AQUÍ


domingo, 20 de octubre de 2013

SECUENCIA II

                                 

 RONDA II


                                                                                            
 Miguel Ángel Curiel

              
                               
Otro año más estas Linarias de abril, antes de que vuelva llover, y de que se vuelva a cerrar el cielo nocturno con la bruma. En esas aberturas de nubes, en esos claros celestes Linarias de abril, o esas semillas luminosas que el sembrador nocturno lanza al cielo hasta que se ilumina el semblante, y la alegría vuelva con su luz verdadera al rostro de un hombre sumido en la pobreza. —Y era esta mi riqueza, una de ellas— y por eso abría el cofre de las ilusiones, y el sembrador de Linarias era generoso. ¿Y no se llaman así esas pequeñas flores de color naranja que brotan en los prados hacia estas fechas? De nuevo una correspondencia entre lo que es y lo que no es, un hilo tenso que fácilmente se rompe cuando alguna palabra de más sale de la boca: Linarias de abril para este insomnio. En la ventana que chocaron las ventiscas y la lluvia, así estas ventiscas de brasas celestes más alejadas.



El enlace del vídeo sobre su obra: AQUÍ



 Mar Benegas



el cálamo abierto, tinta blanca que se encrespa
hablas de un hombre pobre que sorbía semillas
se bebía la claridad como un señuelo blanco
hablas de un hombre pobre que se cae hacia abajo
que es una simiente y un tallo que puja
resquebrajando la sequedad del estío
partiendo los terrones, abriéndose, con un impulso acuoso
hablas de un hombre pobre
y parece enterrado pero está más vivo que nosotros
y un color naranja lo cubre todo, ciego y naranja
como el sol de mediodía
hablas de un hombre pobre, pero no se llama a la estación
no puedes llamarla, y el hombre pobre florece
reventando ante nuestros ojos, y queremos nombrarlo
pero solo suena, la palabra primavera.



                                    


















Foto: Pierre Pellegrini


NOTA: para leer al completo "sucesivo lugar": AQUÍ